La elección entre una hipoteca a tipo fijo o a tipo variable depende de varios factores y circunstancias individuales, como:

  • El perfil financiero del solicitante
  • La evolución de los tipos de interés hipotecarios en el mercado
  • La capacidad de pago
  • La estabilidad laboral

> Una hipoteca a tipo fijo ofrece una tasa de interés estable a lo largo del plazo de la hipoteca, lo que significa que el pago mensual no cambiará independientemente de las fluctuaciones de los tipos en el mercado financiero. Esto ofrece una mayor certidumbre al solicitante, que puede presuponer con mayor precisión sus gastos y evitar sorpresas desagradables.

> Una hipoteca a tipo variable tiene una tasa de interés que puede fluctuar en función de los cambios en los tipos de interés de referencia del mercado. Si los tipos de interés bajan, el pago mensual disminuye, pero si las tasas aumentan, el pago mensual también sube, y puede desestabilizar nuestra economía doméstica.

Es importante tener en cuenta que la hipoteca variable puede ser más arriesgada, ya que existe la posibilidad de que las tasas aumenten y el pago mensual se vuelva más difícil de pagar. Por el contrario te ahorras intereses cuando el Euribor en el mercado es más bajo, como ha ocurrido en años anteriores.

Conclusiones a tener en cuenta:

  • Si el solicitante busca estabilidad y certidumbre en su pago mensual y puede asumir el coste un poco más alto de la hipoteca a tipo fijo, esta opción podría ser más adecuada.
  • Si el solicitante está dispuesto a asumir un poco más de riesgo en el pago mensual y cree que las tasas de interés pueden disminuir en el futuro cercano, una hipoteca variable podría ser una mejor opción.

En cualquier caso, es recomendable hablar con un asesor financiero antes de tomar una decisión, ya que te podrá informar de cómo está la tendencia en los mercados. Y según tu perfil cual sería la opción más favorable para ti.